2025/01/11 Inicio Curso historia del budismo zen
La historia del budismo zen es fascinante y enriquecedora, ya que se trata de una…
El budismo zen, del que hablamos en este curso, es una rama del budismo mahayana que se originó en China en el siglo VI y se desarrolló en Japón. Se centra en la práctica de la meditación, conocida como zazen, que busca llevar a los practicantes a un estado de atención plena y autoconocimiento.
A diferencia de otras escuelas del budismo, el zen pone un énfasis especial en la experiencia directa y la intuición, en lugar de depender únicamente de textos sagrados o doctrinas.
El zen fue la primera escuela budista que se hizo popular en Europa en el Siglo XX de la mano de DT Suzuki, quien introduzco esta filosofía budista en occidente. Las enseñanzas budistas de los maestros zen fueron muy bien acogidas por los artistas e intelectuales de occidente
En el curso de budismo zen, aprenderás sobre los principios fundamentales de esta tradición, como la impermanencia, la interdependencia de todos los seres y la importancia del momento presente. A través de la meditación y la reflexión, los participantes pueden descubrir una mayor paz interior y claridad mental.
Además, el budismo zen promueve la simplicidad y la humildad en la vida cotidiana. Se anima a los practicantes a observar sus pensamientos y emociones sin juzgarlos, lo que les permite desarrollar una mayor comprensión de sí mismos y del mundo que les rodea.
Si estás interesado en explorar el budismo zen, este curso te proporcionará las herramientas necesarias para comenzar tu viaje espiritual. A través de la práctica regular y la guía de un instructor experimentado, podrás profundizar en tu comprensión y experimentar los beneficios de esta antigua tradición.
A lo largo del curso, exploraremos las enseñanzas fundamentales del Zen, la práctica budista de la atención plena, la compasión y la impermanencia. Estas enseñanzas no solo son conceptos teóricos, sino que se integran en nuestra vida diaria, ayudándonos a enfrentar las circunstancias de nuestra vida con una nueva perspectiva.
Además, realizaremos prácticas de meditación sentada (zazen) y caminando (kinhin), que son esenciales para cultivar la atención y la calma interior. A través de estas prácticas, aprenderemos a observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, lo que nos permitirá desarrollar una mayor claridad mental y emocional.
El curso también incluirá sesiones de diálogo y reflexión, donde podremos compartir nuestras experiencias y aprendizajes. Este intercambio nos enriquecerá y nos ayudará a profundizar en nuestra comprensión del Zen.
Al final de la formación, esperamos que cada participante haya adquirido herramientas valiosas para aplicar en su vida cotidiana, promoviendo así un estado de bienestar y paz interior. La Vía del Zen no es solo un camino de autoconocimiento, sino también una invitación a vivir de manera más consciente y plena.
Este proceso de transformación no es fácil, pero es profundamente gratificante. La práctica constante de la meditación nos invita a mirar hacia adentro, a confrontar nuestras emociones y pensamientos sin juzgar. A medida que avanzamos, comenzamos a notar cambios sutiles en nuestra forma de ver el mundo. La paciencia y la compasión se convierten en nuestras aliadas, y aprendemos a ser más amables con nosotros mismos y con los demás.
La Vía del bodhisattva zen nos enseña a cultivar un corazón generoso, a desear el bienestar de todos los seres. Nos recuerda que nuestra práctica no solo se trata de nuestro propio crecimiento, sino también de cómo podemos contribuir al bienestar colectivo. Cada vez que nos sentamos a meditar, estamos creando un espacio de paz que se irradia hacia el mundo.
Por otro lado, la Vía del monje zen nos ofrece una estructura y disciplina que pueden ser muy útiles. A través de rituales, estudios y la vida en comunidad, aprendemos a integrar la meditación en cada aspecto de nuestra vida. La rutina diaria se convierte en una oportunidad para practicar la atención plena, y cada acción, por pequeña que sea, se transforma en un acto de meditación.
Así, al combinar ambas vías, podemos encontrar un equilibrio que nos permita avanzar en nuestro camino espiritual. La clave está en la perseverancia y en recordar que cada paso, por pequeño que sea, cuenta. La práctica del zen no es un destino, sino un viaje continuo de autodescubrimiento y conexión con el mundo que nos rodea. Con el tiempo, la meditación se convierte en un refugio, un lugar donde podemos regresar siempre que necesitemos claridad y paz.
El Camino del laico es el camino para aquellos que quieren practicar la meditación y el mindfulness zen y, sin embargo, no se plantean en este momento iniciar el camino espiritual dentro del budismo zen. En este sentido, dentro de la comunidad zen, cada uno elige libremente su opción.
El Camino del bodhisattva es el camino para aquellos que desean profundizar especialmente en una práctica que trasciende el ego, a partir de la compasión, la generosidad, y de generar la bodhicitta, es decir, la aspiración al despertar, acompañados por un maestro de la transmisión.
En último término, para aquellos que quieren ir más allá, la Vía del monje o monja del budismo zen nos invita a renunciar al samsara, y a partir de ahí, transformar las ofuscaciones en energía para la práctica del Despertar, que compartimos con nuestra dedicación y con un espíritu de servicio hacia los demás.
Este camino requiere un compromiso profundo y una disciplina constante. Los monjes y monjas budistas zen se sumergen en la meditación, el estudio de las enseñanzas y la práctica de la atención plena, buscando siempre la conexión con su interior y con el mundo que les rodea. A través de la vida comunitaria, aprenden a vivir en armonía, apoyándose mutuamente en su búsqueda espiritual.
El maestro zen Dogen del siglo XIII decía “La via del zen es conocerse uno mismo, conocerse uno mismo es olvidarse de uno mismo.”
La práctica del zen no se limita solo a la meditación sentada, sino que también se extiende a las actividades cotidianas. Cada acción, desde la preparación de la comida hasta la limpieza del templo, se convierte en una oportunidad para cultivar la presencia y la conciencia. Este enfoque integral permite que los practicantes encuentren la iluminación en lo cotidiano, transformando cada momento en una oportunidad para el despertar.
Además, la comunidad zen fomenta un ambiente de respeto y apoyo, donde cada miembro es valorado por su singularidad y su contribución al grupo. La diversidad de experiencias y perspectivas enriquece la práctica colectiva, recordando a todos que el camino hacia el despertar es único para cada individuo, pero que se puede recorrer en compañía.
Así, tanto el bodhisattva como el monje o monja, aunque en diferentes niveles de compromiso, comparten un objetivo común: la liberación del sufrimiento, tanto propio como ajeno. En este viaje, la compasión se convierte en el hilo conductor que une a todos los seres, recordándonos que, al final, todos estamos interconectados en esta búsqueda de paz y entendimiento.
Las sesiones de la Vía del Zen empiezan con una corta meditación zazen. Posteriormente, el maestro presenta los temas y se permite realizar preguntas y compartir reflexiones, siempre desde la vivencia de aplicar la Vía del Zen a nuestra vida real.
Maestro Zen: Lluís Nansen Salas.
Presencial: Zen Kannon Barcelona y también Online por zoom.
Inicio del curso 11 de enero de 2025
Horario: Sábados o domingos de 17:00 a 19:00 h
Precio de cada módulo de 3 clases: 60 euros (Socios activos: 20 euros).
Curso completo Budismo Zen de 3 módulos: 150 euros (Socios activos: 60 euros).
Para más información e inscripciones, enviar el formulario de más abajo.
La historia del budismo zen es fascinante y enriquecedora, ya que se trata de una…