Contemplando un ciruelo en flor el maestro Nyojo dijo:
“El rostro original está más allá del nacimiento y la muerte.
La primavera entra en la pintura de un ciruelo en flor”
Y el maestro Dogen añade:
Cuando queráis pintar la primavera, no pintéis ciruelos, pintad directamente la primavera. Pintar ciruelos es pintar ciruelos. Todavía no es pintar la primavera. La primavera es primavera cuando entra directamente en la pintura. Dejad que las flores de ciruelo empiecen la primavera. Dejad que la primavera entre en la pintura. Así es como el maestro Nyojo clarificaba el ojo del verdadero Dharma transmitido por los budas, así abría el ojo de buda en el ciruelo en flor.
Nyojo compara el misterio de la vida con el misterio del arte. El rostro original, la naturaleza original, entra en la vida de los seres, igual que la primavera entra en una pintura de un ciruelo. Dogen exprime esta comparación para hablarnos del arte más allá de las formas, y más allá del ego. Si quieres despertar a la realidad de buda, apártate y permite que emerja la naturaleza original. Si quieres plasmar la primavera en tu obra, apártate y deja que la primavera entre en tu obra.
Zen y arte: El ciruelo en flor
Con estas palabras inicia Lluís Nansen Salas el debate Zen y Arte con los artistas el domingo 17 de enero de 2021.
Los artistas de la Sangha nos hablaron de su arte, desde su experiencia de la meditación. ¿Cuál es la influencia que tiene la meditación en la inspiración, la creatividad, la sensibilidad y la intuición en ver un ciruelo en flor?
Al final del acto se abriró turno de preguntas con una acogedora participación del público en sesión de videoconferencia. Las restricciones de la pandemia no han impedido la celebración de este acto. El tema del ciruelo y sus flores ha servido de eje para todas las intervenciones y ha generado una gran esperanza en estos jóvenes artistas zen.