El samu es el trabajo que hacemos para la comunidad, de manera desinteresada, porque no esperamos obtener ningún beneficio personal.

Samu es trabajo voluntario

El samu tiene dos componentes: por un lado, el altruismo, es decir, la disposición de ayudar en beneficio de los demás, sea quien sea; y por otro lado, la acción, es decir que el samu solo existe cuando actuamos, porque las buenas intenciones por sí solas no son suficientes.

Estar dispuesto a perder

Hay quienes dicen que para que una acción sea realmente altruista, es necesario poner en riesgo algo personal, estar dispuesto a perder algo. Cuando hacemos el trabajo samu en el templo, nos puede parecer que perdemos nuestro tiempo, nuestra energía, o una amistad ordinaria, o un día de playa, o que se nos ha ensuciado la camiseta. Dado que perder alguna de estas cosas pone en riesgo nuestro ego, entonces nos damos cuenta de que ya estamos en el corazón de la práctica.

Abandonarse a uno mismo

El trabajo samu es la práctica de abandonarse a uno mismo, la acción pura de olvidarse de uno mismo en beneficio de todos los seres, es la Via del Zen.