“La Ropa de Buda” verso del maestro Dogen recitado por el maestro Nansen Salas, en un vídeo realizado por la Sangha de Zen Kannon. La traducción al castellano se encuentra debajo. Deseamos que os guste.

Dice el maestro Dogen: cuando llegué a China y entré en el monasterio de Nyojo, allí los monjes practicaban zazen día y noche, sentados en zazen en largas filas. La primera mañana después del Zazen, los monjes se pusieron el kesa sobre su cabeza, y juntando las dos manos en gassho cantaron este verso:

“Ropa de la gran liberación, campo de la felicidad ilimitada, te visto enseñanza de Buda, para despertar a todos los seres sensibles.”

Esta era la primera vez que veía ponerse el kesa de esta manera, y al verlo, sentí una gran gozo, las lágrimas me caían, humedeciendo el cuello de mi kesa. Aunque había leído este verso de la veneración del kesa en el Agama Sutra, no conocía el ritual de honorarlo. Pero ahora que lo había visto con mis propios ojos, en mi gozo también sentía una tristeza de no haber encontrado antes ningún maestro que me enseñara esto, de no haber encontrado ningún buen amigo que me lo mostrara en mi tierra nativa. ¡Que triste, tanto tiempo perdido! A la vez, daba gracias por las buenas acciones del pasado que me habían llevado a esta experiencia. Si me hubiera quedado en casa, ¿cómo podría haberme sentado junto con estos monjes que habían recibido y vestían la ropa de Buda? Mi tristeza y mi gozo juntos me hacían brotar lágrimas sin fin. Entonces, hice el voto que por mucho que me costara, me convertiría en un auténtico portador de Dharma de Buda, recibiendo la transmisión auténtica del verdadero Dharma, ´para mostrar con compasión la ropa del Dharma auténticamente transmitida de los ancestros, a la gente mi tierra. Y este voto que hice en aquel momento no ha sido en vano. Ha habido muchos bodhisattvas ordenados que han recibido el kesa aquí en nuestra tierra. Aquellos que recibís el kesa, habéis de venerarlo día y noche. Eso conlleva una gran virtud. Ver o sentir una línea del verso del kesa no está limitado a ver y sentir como si fuesen piedras o árboles, sino que hemos de sentir cómo impregna los nuevos reinos de seres sensibles. Durante los doce años de práctica, antes de alcanzar la vía, el Buda vestía el kesa. Como un descendiente remoto, lo deberíais de tener siempre presente. Dejad de buscar bendiciones del cielo o de los dioses, dejad de buscar fama o beneficio, y dedicaros gozosamente a venerar la ropa de Buda con vuestra práctica.