El Coloquio Zen y Arte tuvo lugar el domingo 17 de enero, con los artistas presentes en el dojo y el público asistente por zoom

¿Qué influencia tiene la meditación en la sensibilidad, en la inspiración, o en la creatividad? A partir de la práctica de zazen, la mente fluye contínuamente y no se queda estancada en nada. ¿Está entonces más receptiva a las sensaciones, más disponible para la inspiración, más abierta a la creatividad? El pasado 17 de enero de 2021, los artistas de Zen Kannon reflexionaron sobre ello, y compartieron sus experiencia en un coloquio abierto, donde el público se había conectado por zoom. El Primer Coloquio Zen y Arte es una iniciativa de Zen Kannon, que permite a los artistas reflexionar sobre el art y el proceso de creación, desde la perspectiva de la meditación zen y la práctica del Zen.

Apertura del Coloquio con el maestro Nansen

El maestro LLUÍS NANSEN SALAS abrió el coloquio con unos versos del maestro Nyojo:

El rostro original está más allá del nacimiento y la muerte.

La primavera entra en una pintura de flores de ciruelo.

Versos que comentó su discípulo, el maestro Dogen: “Cuando queráis pintar la primavera, no pintéis ciruelos, pintad directamente la primavera. Pintar ciruelos es pintar ciruelos. No es todavía pintar la primavera. La primavera es primavera cuando entra directamente en la pintura. Dejad que las flores de ciruelo empiecen la primavera. Dejad que la primavera entre en la pintura. Así es como el maestro Nyojo clarificaba el ojo del verdadero Dharma transmitido por los budas. Así abría el ojo de Buda en la flor de ciruelo.”

Según LLUÍS NANSEN, el maestro Nyojo compara en estos versos el misterio de la vida con el misterio del arte. El rostro original, la naturaleza original, entra en la vida de los seres, igual que la primavera entra en una pintura de flores de ciruelo.

¿Cómo plasmar la primavera en una obra de arte?

Dogen, dijo NANSEN, exprime la comparación para hablar del arte más allá de las formas, y más allá del ego. Es como si Dogen nos dijera: Si quieres despertar a la realidad de buda, apártate, y permite que emerja la naturaleza original. O, lo que es lo mismo, si quieres plasmar la primavera en tu obra, apártate, y deja que la primavera entre en tu obra.

¿Podemos decir que esta es la actitud zen a la hora de crear una obra? Aunque es evidente que hay un yo que coge voluntariamente ya sea un pincel, ja sea un violín, para los meditadores zen es posible crear más allá del yo. Una creación sublime es la que transciende el yo del artista, y por este motivo transmite esta transcendencia al espectador. Pero para que esto suceda, también es necesario que el espectador perciba la obra más allá de su propio yo. Nansen afirmó que es entonces cuando artista y espectador se encuentran en una realidad no nacida, en el espacio de la no creación. Y acabó la presentación del coloquio con este poema de Dogen:

Ver con todo el cuerpo y mente;

escuchar con todo el cuerpo y mente;

y lo comprendemos íntimamente.

Hablan los ocho artistas zen

A continuación, pasó la palabra a los artistas meditadores, para que explicaran cómo entendían la relación entre el Zen y el Arte.

El proceso de creación

Para XANU, pintor y artista visual, el texto de Dogen expresa lo esencial del proceso creativo, así como la situación en la que tiene que situarse el artista o cualquier persona que quiera expresarse.

Xanu tiene una escuela de pintura, y en su caso el arte y el Zen se han encontrad de forma natural. Cuando un alumno le dice que mientras crea se siente desconectado, él le responde: “cuando pintas una pera, olvida todo lo que sabes, simplemente sé consciente”. Esto no es estar desconectado, sinó todo lo contrario.

La creación es aquel momento de lucidez. Xanu está convencido que mientras exista el ser humano, existirá el arte, porque el hombre necesita expressarse. En su caso, el Arte y el Zen son dos caminos que se han encontrado felizmente.

El sentido de transcendencia

ISABEL BANAL, artista visual, empezó recitando un poema de Joan Brossa:

Què fem? On anem?

D’on venim?

Però aquí hi ha una caixa de llapis

de colors.

[¿Qué hacemos? ¿Dónde vamos?

¿De dónde venimos?

Pero aquí hay una caja de lápices

de colores]

Para ella, el arte tiene que hacer perceptible aquello inexplicable. Y eso la conecta profundamente con el hecho de meditar. Coincidió con XANU, en qué en zazen había reconocido maneras de hacer que ya eran suyas, como si el zazen fuera una cosa innata en los seres humanos. Igualmente, asocia a la práctica del Zen la sencillez en el arte, el intentar decirlo todo con muy poco, e hizo alusión a un texto de Antoni Tàpies y de filosofía oriental. Gracias al zazen, Isabel ha encontrado en su trabajo la quietud, el silencio, la concentración y el saber estar.

ISABEL BANAL trabaja con el color blanco, y el hecho de meditar delante de la pared, es ya de por sí un ejercicio apasionante. El zazen le ha reforzado la concentración y la intensidad de la observación de las cosas que la rodean, que al fin y al cabo son el motor de su trabajo. Aseguró que el sentido de transcendencia y la serenidad que aporta el Zen han reforzado su trabajo.

Ser consciente de fluir

ITZEL RAMOS, pianista y compositora mexicana, empezó a practicar el Zen aconsejada por su pareja. Ella también encuentra muchas connexiones entre su práctica del piano y la meditación. El Zen la ayuda a estar más tranquila, a estudiar mejor el piano, ha aprendido a ser consciente de estar fluyendo con la música. No es algo tan fácil, advirtió, porqué muchas veces se descubría a sí misma tocando y al mismo tiempo pensando en la lista de la compra. Gracias a la meditación, ahora es más consciente del estado presente de la mente mientras toca el piano.

Improvisar y aceptar la imperfección

PASCAL MORENTE hace música improvisada tecno, underground, black, y todo en directo, y lo hace para que la gente baile y “tenga un viaje”. Como ISABEL, ve que su arte se relaciona con el Zen en cuanto al minimalismo. El jazz tenía para él una cierta complejidad, y últimamente toca con muy pocas notas.

El otro aspecto que relaciona el Zen con su arte es el de la aceptación del acabado imperfecto. Cuando surge un sonido que se acaba de crear, acepta el sonido que ha salido, a pesar de que sea un sonido sucio. Al final, lo que a él le interesa es que los sonidos transmitan fuerza emocional al oyente, una cierta transcendencia, con el propósito de que el espectador viaje a sus zonas obscuras.

La inspiración

A DANI PUIG, músico, le interesa el concepto de la inspiración, que ya en la antigua Grecia se consideraba una divinidad, por la cuál éramos tocados. El tiene la sensación que desde que empezó la práctica de zazen está más próximo a esto. El zazen le ayuda a tener el terreno de la consciencia bien abonado, a estar disponible a las palabras y sonidos que vayan surgiendo.

Cuando está conectado con el Universo y se siente pequeño, en aquel momento puede surgir una chispa y algo se dispara. Así relaciona poesía y música, y va estirando de este hilo. Cuánto más libre y abonado está el terreno, más se siente como un canal limpio y puro, y todo sale de manera más fluïda, y las palabras se encadenan una detrás de otra, las selecciona con cuidado y las une con música que emocione.

El Zen le ayuda en el trabajo de enseñar música con el método Edgar Willems, a estar más presente, a saber estar presente en cada cosa que hace en la vida cotidiana.

Disciplina y paciencia

DAVY LYONS, cantautor irlandés, empezó diciendo que hace muy poco que practica zazen, seis meses, pero que ya ha notado la influencia de la meditación, que la disciplina de la práctica del Zen ha puesto orden en su vida, ahora se siente más enfocado, y más sano, y más feliz. El cree, a pesar de los tópicos, que una persona más feliz es más productiva.

Davy confiesa no tener mucha fe en la inspiración, como algo que viene del cielo, súbitamente. Sí que puede suceder que aparezca una imagen, una letra, pero para éll lo más importante es el trabajo.

El zazen le ha reforzado en la creación de música y letras. Su método de trabajo consiste en ponerse sistemáticamente a trabajar dos horas diarias, con la guitarra, papel y boli, sin el móvil, i sin levantarse para nada. Si no le sale nada, acepta que no le sale nada, si lo que le sale es malo, acepta que es malo, la próxima vez será mejor. Lo importante es la disciplina.

La meditación, según el, tiene mucho parecido con esta técnica de escribir: la disciplina, la actitud mushotoku [hacer las cosas sin esperar obtener nada personal], la paciencia. El zazen le ayuda a entrar en flow y  a ser más creativo. Ah intervino JON, que dijo que no hay ninguna fórmula concreta. Si tengo que componer, y quiero conseguir algo, puesto que entonces hay un objetivo, en ese momento, me bloqueo, dijo.

Aceptar la frustración

A JON UNANUA, músico del País Vasco, el zazen y la práctica le han ayudado mucho en la concentración. Cree que para ser creativo hay que estar concentrado, y que estar concentrado no es tan fácil. Jon planteó también el tema de la frustración. Los artistas son, por un lado, muy sensibles, i a la vez, tienen mucho ego, no pueden evitar compararse, pensar si lo que hacen va a llegar a la gente. Querer sacar lo que llevas dentro y no encontrar el camino para expresarlo, trae frustración y lucha interior, y esta es una de las cosas que le hace sufrir más como músico.

El zazen le ha ayudado en este proceso de estar en paz con uno mismo. Cuando hace algo que no es perfecto, acceptarlo, y pensar que las cosas mejoran cuando vas practicando, todo va mejorando cuando mantienes la práctica i eres disciplinado, y no trabajas esperando algún resultado, sino porque te gusta lo que estás haciendo, y te abandonas, y vas llegando, o no, donde querías llegar.

JON considera que si está presente esta lucha interna, no se trabaja bién, y que cuando el es más creativo es cuando está tranquilo, no cuan piensa que lo que hace no vale nada, o no llega a nadie. En eso  le ha ayudado mucho el zazen.

Abandonar el ego

A VÍCTOR MATEO, violista, el texto de Dogen le sugirió el hecho de ser uno con la acción, el hecho de olvidarse de uno mismo cuando está interpretando. Es una cuestión de práctica, de ir practicando cada día, dijo. El zazen y el mindfulness son en este sentido lo que más le ha ayudado. Cada día durante un rato, el cuerpo y la mente aprenden a estar en un estado de concentración y de soltar.

Cuando hace sesiones largas de meditación, y después se pone a tocar, es muy diferente que cuando llega del trabajo y está muy activo, porque no está tan flexible, no está tan creativo.Cuando regresa de un retiro y coge el instrumento se siente muy conectado.

Los músicos, aseguró, cuando tocan en directo en un concierto, es cuando están más concentrados, porque tienen un público delante, y el miedo les obliga a estar en alerta, porque están nerviosos, es como si estuvieran sobre una maroma, y el tiempo pasa volando. Esto puede parecer el contrario de estar en zazen, dijo, pero no es así.

¿Qué pasa con las escuelas de música?

A VÍCTOR le preocupa la educación musical que incide demasiado en cultivar el ego de los músicos. Desde pequeños les inculcan a tocar perfecto, las notas, el ritmo, la postura, todo tiene que ser perfecto, y también hay escuelas que animan en exceso a los alumnos a hacer concursos, a obtener premios, todo esto es lo que más ha alejado a Víctor de ser feliz con la música, el solo quiere tocar el instrumento y nada más, con tranquilidad.

Los impulsos egóticos

A partir de la práctica de zazen, observa estos impulsos egóticos, de compararse con los demás, de la exigencia con uno mismo, y comprende que esto eslo que más daño le hecho en la vida. Con el zazen es consciente de esto, e intenta no inculcar a sus alumnos estos pensamientos egoístas.

Aquí PASCAL añadió que el proceso creativo tiene que ver con abandonar, con olvidar, estar muy relajado, aunque la mente esté dispersa. Es cuando el ego del artista desaparece, que sale la creación, dijo.Los músicos cuando nadie les mira, es cuando mejor les sale la improvisación. Esto le llevó a plantear la dicotomía entre el yo disciplinado y el abandono de este yo.

Olvidar la técnica y fundirse con la acción

XANU corroboró lo dicho, diciendo que el Zen nos ayuda a ser más conscientes. Es cierto que los artistas tienen que cultivar la técnica, pero en música, en arte, o simplemente como seres humanos, todos podemos ser creativos. Hay un  momento para aprender, para racionalizar cuál es el problema, pero en el momento de la creación, hay que olvidarlo todo, y confiar. Cuando abandonas lo que sabes, el cerebro súbitamente conecta con un olor, por ejemplo, y entonces sale aquello.  El Zen te da herramientas para situarte en este punto. Olvidarse de todo. Ver realmente lo que  pasa, y no hacerse preguntas. El Zen es el arte de la vida. Es muy importante.

ISABEL reconoció haberse emocionado de ver cómo el fenómeno de la creación, ya sea desde la disciplina, la inspiración, la aceptación del error, estaba uniendo a todos los artistas presentes en la mesa. Lo importante para ella es fusioanrse con lo que se está haciendo.

La creatividad en cada cosa que hacemos

JON intervino para hacer una pregunta clave: ¿qué es el arte? Porqué, según como, dijo, las lentejas que hace su abuela son arte, hechas con concentración, con experiencia. Así, la creación está en el día a día, en todo lo que hacemos. Si estamos atentos, concentrados, podemos ser creativos en la música, en la pintura, en las relaciones humanas, con la pareja, la familia, con uno mismo. La creatividad es todo esto. Una persona del público agradeció que los artistas compartieran sus  experiencias. Y preguntó si alguien de la mesa podía explicar cuál era la metodología que utilizaba para la creatividad en la vida diaria.

JON respondió que, com DAVY, la creación hay que practicarla, la inspiración viene cuando estás trabajando y mantienes la disciplina. Es ciert que puede venir súbitamente en un paseo, pero tiene que haber mucho trabajo detrás. Recordó que en el libro de Suzuki, Mente zen, mente de principiante se dice que para que salga agua de la fuente, en primer lugar tiene que haber agua. Para que el zazen tenga efecto, tiene que haber práctica. En la creación también es así, para que haya inspiración, tiene que haber trabajo. Y lo ilustró con una anécdota reveladora: “El otro día estábamos ensayando, y paramos para tomar un café, y se había acabado el café. Alguien dijo <<¿no hay café?>>, otro silbó una melodía, otro dijo cuatro palabras, y entonces dijimos, <<esto podría ser un tema.>> Esta es mi experiencia.”

ITZEL dijo que para ella es la mezcla de ambas cosas. Como músico, en el momento de crear, tanto si estás acelerado mentalmente, como tranquilo, tanto da, lo importante es la aceptación del  estado de ánimo, como en zazen. Puede salir auténtico arte, sea cuál sea tu estado de ánimo. El arte de vivir es aceptarlo todo.

Conocimiento, emoción y técnica

Según XANU hay tres centros, uno es la razón, el conocimiento; el segundo centro es saber sentir, ya que si alguien es como una piedra no será nunca artista, es necesaria la emoción, sentir las cosas; y el tercer centro es la técnica, si no sabes tocar  la guitarra, tus ideas tampoco las podrás expresar. La suma de las tres cosas es necesaria. Y a partir de aquí hay infinitas maneras de crear. Alguien que no tiene, puede saber mucha técnica, pero es frío y no transmite. Y el Zen te ayuda a ser consciente de esto. El momento de reconectar, de concentrarte, te  da herramientas para abrir ventanas, y que los caminos se encuentren.

DANI añadió que hace falta el equilibrio entre razón y pasión, el ying y el yang, la constancia en el trabajo y la inspiración. Una balanza interna entre los dos polos. Practicar zazen y mindfulness nos ayuda a estar disponibles a la hora de crear. Es importante la técnica y también lo es liberarse de la técnica.

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Y al final del coloquio se proyectó el video: "Un retir zen" realizado íntegramente por la Sangha. Idea y Edición: Natàlia Barenys, Cámara: Pascual Morente. Música: USHANKA (Dani Puig)